jueves, 20 de enero de 2011

¿Cuánto le importa el medio ambiente a la política?

La agenda política del país ha descuidado la importancia de proteger el medio ambiente y hacer gestión de riesgo. ¿Qué hacer?

 

Se avecinan las elecciones locales y en medio de una crisis generada por el invierno, uno de los más desastrosos de los últimos años, desde ya las organizaciones sociales, los observadores y el propio Gobierno advierten la necesidad de vigilar los recursos públicos.
e avecinan las elecciones locales y en medio de una crisis generada por el invierno, uno de los más desastrosos de los últimos años, desde ya las organizaciones sociales, los observadores y el propio Gobierno advierten la necesidad de vigilar los recursos públicos.
Aunque la coyuntura es una buena oportunidad para el surgimiento de liderazgos locales, también lo es para la politiquería y el consabido intercambio de votos por favores, no por derechos. Sin embargo, eso no quiere decir que el tema ambiental no deba estar en el orden del día de los partidos políticos. Esa es una urgencia. En el Congreso, por ejemplo, a comienzos de esta semana se estudiaron los decretos emitidos por el Presidente para atender la emergencia, los cuales salieron bien librados.

En medio de la coyuntura, se abre la pregunta: ¿qué papel ha jugado el medio ambiente en la agenda política?

Una mirada a las páginas de los partidos políticos da cuenta de lo siguiente: El Partido Liberal anuncia su estrategia de cara a las elecciones, el Partido Conservador celebra la posesión de diputados de oposición en Venezuela, el Partido Verde prepara la escogencia de su candidato a la Alcaldía de Bogotá y La U anuncia su respaldo a las medidas del Gobierno. El partido Mira incluye en su plataforma propuestas para enfrentar la ola invernal.
En palabras del gestor de riesgo y medio ambiente Gustavo Wilches Chaux, la política ambiental ha sido reactiva a las crisis, pero no el producto de una discusión de largo aliento. “En la agenda política el tema ha sido más bien cosmético. Es decir, si no se habla del tema se está ‘out’, pero no se entiende que debe ser más que un capítulo de una propuesta de Gobierno”, dice.
El profesor ambientalista de la Universidad Santo Tomás de Bucaramanga Jairo Puente Bruges refrenda esa posición: “Se habla mucho, pero no hay un partido político que tenga una propuesta seria”.

Ni siquiera el Partido Verde, cuyo nombre supone que su bandera es el compromiso con el medio ambiente, ha formulado una propuesta seria en medio de la crisis. Por eso, el columnista Luis Carvajal Basto escribió esta semana en El Espectador que para las elecciones, “lo que se anuncia es el más crudo pragmatismo. Los verdes, por ejemplo, no han trazado una línea con discurso ambiental o un modelo de gestión pública”.
De otro lado, el concejal Carlos Vicente de Roux, del Polo Democrático, aventuró una explicación: “es que el tema ambiental no es taquillero, no tiene atractivo electoral. Sin embargo, debido a la ola invernal y a los fenómenos climáticos ha ganado tímidamente un espacio”.

Con leyes, pero sin voluntad política

En materia institucional han sido varios los esfuerzos por darles cuerpo a las iniciativas de protección del medio ambiente. Por ejemplo, tras la avalancha que se tragó a Armero, en 1985, el país comenzó a discutir la necesidad de un Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres que adquirió vida legal con la Ley 46 de 1988.
Y con la Ley 99 de 1993 se creó el Ministerio del Medio Ambiente y el Sistema Nacional Ambiental (SNA) con el fin de “impulsar una relación de respeto y armonía del hombre con la naturaleza y de definir (…) las políticas y regulaciones a las que se sujetarán la recuperación, conservación, protección, ordenamiento, manejo, uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y el medio ambiente de la Nación”.
En el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2006) se fusionó el Ministerio de Medio Ambiente con el de Vivienda, lo que para los ambientalistas fue considerado un retroceso. El gobierno actual planea separarlos nuevamente.
Cada uno de los sistemas mencionados cuenta con instituciones encargadas de la prevención y gestión del medio ambiente. Dentro del SNA, por ejemplo, funcionan las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), las cuales, ante las denuncias de ineficiencia, serán intervenidas por el Gobierno.
Además, existen institutos como el Alexander von Humboldt, dedicado a la investigación para la protección de la biodiversidad; el Instituto de Hidrología y Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), que levanta información sobre los ecosistemas y define las bases técnicas para zonificar el uso del territorio, y el Instituto Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas) que investiga el potencial de recursos y restricciones de las condiciones geológicas del subsuelo del territorio colombiano.
En otras palabras, sí hay instituciones y un cúmulo de experiencias. No obstante, señala Wilches, “el problema es el modelo de desarrollo”. En su criterio, los esfuerzos de cada organismo no están articulados al propósito de garantizar una mejor calidad de vida.
“Todo eso está ahí como piezas de un rompecabezas, pero el reto ahora es cómo armamos esas piezas y lo integramos para hacer de Colombia el modelo de desarrollo que se adapte al cambio climático”, dijo.

Lo paradójico es que, a veces, teniendo todos esos conocimientos acumulados y experiencias, no pasan de ser unas curiosidades científicas o comunitarias.
Para Puente Bruges, a la desarticulación se suma la falta de voluntad para hacer cumplir lo previsto en las leyes. El investigador puso como ejemplo el hecho de que a pesar de que existe el Código Minero, que prohíbe la explotación minera en páramos, “la minera Greystar sigue con su proyecto minero en el páramo de Santurbán, y las instituciones no intervienen”.

Tema urgentes

“O entendemos por las buenas que no podemos alterar impunemente los sistemas de autorregulación de los ecosistemas, ni llevar a cabo un desarrollo que no tenga en cuenta las limitaciones y prioridades de los territorios; o tenemos más desastres con pérdidas materiales y de vidas, y agudizaremos el conflicto”.
Con estas palabras Wilches sintetizó la importancia de articular política con medio ambiente, no sólo como una reacción a los desastres, sino como una propuesta de desarrollo sostenible en el tiempo.

El concejal De Roux señaló que hay al menos tres temas ambientales que requieren atención. “Primero: la destrucción del suelo de la nación”, dijo. Explicó que en Buga, Valle del Cauca, se pierden cinco millones de toneladas de sedimento, que es suelo fértil, al año por la corriente del río Cáuca. En Magdalena la proporción es dramáticamente mayor: cuatro toneladas por segundo de suelo fértil que va a dar al mar.

En segundo y en tercer lugar el concejal mencionó dos temas que los ambientalistas ya han advertido: la explosión minera y la explotación maderera. Dijo que la explotación de esos recursos no es mala per se, pero “se requiere de controles”. En el caso de la desforestación advirtió que no se puede creer que con la siembra de árboles maderables se reemplacen los bosques naturales.

Puente, por su parte, insistió en que es una prioridad que el Ministerio de Medio Ambiente sea el que gestione el Plan de Ordenamiento de las cuencas hidrográficas, para proteger los recursos hídricos. Y reiteró: “se deben aplicar las leyes”.
La emergencia invernal demostró que es apremiante construir una agenda verde. Las próximas elecciones podrían ser una buena oportunidad para comenzar. Falta ver si los partidos atienden el llamado de la naturaleza.

Tomado de: http://www.semana.com/noticias-nacion/cuanto-importa-medio-ambiente-politica/150379.aspx

“LA MATA QUE MATA”

LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ORDENA EL RETIRO INMEDIATO DE LA
PUBLICIDAD DE “LA MATA QUE MATA”

En fallo de tutela en favor de la indígena Nasa FABIOLA PIÑACUE ACHICUE, la Corte Suprema de Justicia ordena al Ministerio de Interior y Justicia y a la Dirección Nacional de Estupefacientes, que en el término máximo de CINCO (5) días comuniquen en forma EFECTIVA la decisión de retiro del aire de las pautas publicitarias de “LA MATA QUE MATA” TODOS los medios de comunicación en donde esa publicidad se emita o pueda serlo.
La Corte consideró que se vulneraban derechos individuales de FABIOLA PIÑACUE, indígena Nasa, responsable de la empresa COCA NASA, la misma que produce la famosa bebida COCA SEK, energizante elaborado a con la planta sagrada de los pueblos indígenas.
Los ofensivos comerciales en contra de la hoja de Coca, violan la Constitución Política y los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas que tienen en la hoja de Coca un valor cultural de trascendental importancia. El Tribunal Superior de Bogotá había recordado, en este mismo proceso judicial, a la Dirección Nacional de Estupefacientes que ese tipo de medidas administrativas debe ser CONSULTADO cuando pueda afectar los derechos de los pueblos indígenas.

Con este fallo se hace justicia en favor del comercio legal de alimentos de hoja de Coca que hacen los indígenas Nasa del departamento del Cauca y provoca un alivio a los importantes sectores de la sociedad colombiana que incluso han adelantado campañas paralelas en defensa de las plantas, como el grupo musical ATERCIOPELADOS, que promueve la iniciativa NINGUNA MATA MATA. Alivia también a los colombianos que sentían repudio por las ofensas contra plantas sagradas que son de amplio uso medicinal.
Se acoge con este fallo una definición legal que existe en Colombia sobre la necesaria distinción que existe entre las drogas como el clorhidrato de cocaína y la planta de Coca, se hace valedero el aserto según el cual “la coca no es cocaína como la uva no es vino“.
Coca Nasa saluda esta decisión de la justicia colombiana y celebra con alborozo junto a los colombianos.

Insistiremos por las vías legales para que los medios de comunicación rectifiquen la mentira de que la planta de la Coca mata o es responsable de cualquiera de los males que le atribuía la malhadada publicidad.

Más información con FABIOLA PIÑACUE ACHICUE, en el móvil (57) 300 203 6986 ó 311 516 51 06.
COCA NASA
Iniciativa Indígena en defensa de la hoja de Coca.

Panela en Gostinos

En Gostinos nos enorgullece ofrecer panela no refinada como opción a la azúcar refinada, pues así contribuimos a un mejor futuro de la industria artesanal panelera colombiana, declarada patrimonio cultural del país.

¿Por qué es importante ser consciente del posible futuro incierto de ese sector campesino colombiano, representado en unas 500,000 familias paneleras?
Porque  si la población económicamente holgada no aprecia la panela, y no demuestra ese aprecio, consumiéndola y pidiéndola en los restaurantes, puede desaparecer, apartada de los menús por la fuerza avallasadora de la alimentación globalizada. En efecto puede ser erróneamente condenada por no higiénica, despreciada por ser un producto de pobre.

BENEFICIOS NUTRICIONALES Y DE SALUD


La panela tiene grandes beneficios tanto para el consumidor directo, a nivel nutricional, energético y a nivel de la salud, como para la industria farmacéutica.
Es un soporte interesante de oligoelementos, como sales de hierro; contiene además carbohidratos, sodio, calcio, nitrógeno, fósforo, zinc, magnesio, potasio, vitamina A y B, vitamina C, E D2, PP y proteína. Este alimento ha sido clave solucionador de problemas de desnutrición en el campo colombiano, como la ceguera nocturna y la deficiencia en hierro.
El calcio contribuye a la formación de una mejor dentadura y unos huesos más fuertes, así como ayuda con la prevención de caries, especialmente en los niños. Ayuda también a evitar enfermedades como la osteoporosis que se presenta en la edad adulta. El hierro previene la anemia, el fósforo, ayuda para la conservación de los huesos y los dientes y es el que garantiza el buen metabolismo de las grasas en el organismo. El magnesio es un fortificante del sistema nervioso y  el potasio es indispensable en el mantenimiento del equilibrio del líquido intracelular, mejora el ritmo del corazón y participa en la regulación de la excitabilidad nerviosa y muscular.

La panela ayuda en la digestión de los niños y contribuye con la etapa de crecimiento pues fortalece el sistema inmunológico, previniendo enfermedades del sistema respiratorio y el raquitismo, aporta los nutrientes para el desarrollo armónico del cuerpo y produce un rápido aporte de energía revitalizante tras un esfuerzo agotador. Al igual que la miel de abeja, la panela tiene un efecto balsámico y expectorante en casos de resfriados. A nivel curativo es un excelente cicatrizante, produce una acción bactericida y  contribuye al restablecimiento de los tejidos. A nivel cosmético, es buena para la hidratación de la piel y es usada en mascarillas o para frotarse todo el cuerpo durante la ducha.

Por lo anterior y de acuerdo a los estudios realizados, en la población alimentada con panela no se presentan casos de glotonería y hambre, como sucede en niños alimentados con dietas a base de azúcares refinados y harinas blancas. Por esto, la panela pulverizada (una de las formas de producción y presentación), se ha convertido en competencia para el azúcar en polvo, pues aparte de que tiene mayores beneficios nutricionales para la salud, rescata nuestros productos tradicionales, se aleja del uso de químicos y del proceso de industrialización, acerca a la población a mantener nuestra identidad y mantiene en la memoria un producto que lleva siendo consumido por 500 años en nuestro país.


En Gostinos somos conscientes de los múltiples beneficios que ofrece la panela, por eso ofrecemos panela en polvo ideal para endulzar las bebidas.

Agua Chingaza



Agua chingaza 

Disponemos en Bogotá de una de las mejores aguas del planeta. La empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá ha obtenido importantes distinciones como:  el reconocimiento de la ONU por su aporte en la mitigación del cambio climático y el cuidado de fuentes hídricas; el premio Andesco 2008 por su gestión en responsabilidad social y el premio como Mejor Entorno Ambiental por su respeto y cuidado con el medio ambiente.   Pero no somos conscientes de esto. En Gostinos, para concientizar a este respecto, ofrecemos en nuestra carta y sin ningún costo: “el agua de Chingaza, descansada, sin cloro”.
Si todos los restaurantes la ofrecieran así, probablemente gastaríamos menos botellas plásticas, ayudando a preservar el ambiente, ya que éstas deben ser primero producidas y luego recicladas, provocando así emisión de GEI (gases efecto invernadero).
Para completar esta información los invitamos a ver el siguiente video: http://www.youtube.com/watch?v=g2kHZ4X3Fvo